Poco más que un chorro de agua mana bajo el muro de contención de la citada urbanización.
Entre campas discurre, próximo a la autovía A-8, hasta que se tunela bajo los viales que comunican con el Superpuerto, no sin antes haber recibido el aporte del arroyo Sorías.
De nuevo a cielo abierto se abre camino en una ondonada entre los barrios de Villar y Mello y el Polígono de el Arbol para, otra vez, volverse a tunelar frente a la empresa Arcas Gruber y cruzar la escombrera de Cabieces. Y no reaparece hasta que confluye con su principal afluente, el arroyo Capetillo, pocos metros antes de cruzar la linde con Portugalete.